miércoles, 24 de julio de 2013

CINE MUDO - La llegada del tren


OTROS TÍTULOS: Entrada de tren en estación
o Llegada de un tren a la estación de La Ciotat
TÍTULO ORIGINAL: L'arrivée
d'un train à La Ciotat
AÑO: 1895
DURACIÓN: 50 segundos
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Louis Lumière y Auguste Lumière
PRODUCCIÓN: Société Lumière
(los hermanos Lumière)
FOTOGRAFÍA: Louis Lumière (blanco y negro)
INTÉRPRETES: Familia Lumière y anónimos
GÉNERO: documental // trenes / cine mudo / orígenes del cine / cortometraje

"Louis Lumière, a través de los impresionistas, fue el descendiente de Flaubert, y también de Stendhal, para quien hizo pasear el espejo a lo largo de los caminos"
- Jean-Luc Godard



Descripción de la vista

Unas vías de ferrocarril en perspectiva diagonal. Sobre el andén, los viajeros endomingados que esperan. Un mozo se adelanta hacia la cámara. Desde el fondo del campo surge una locomotora y se detiene a la izquierda de la pantalla. La gente desciende de un compartimiento, entre ellos una dama con esclavina; otros se preparan para subir, como un hombre con su hatillo. No veremos partir el tren.

La cámara se hallaba emplazada cerca de la vía, con lo que el tren iba creciendo en tamaño a medida que se acercaba,
hasta que parecía que iba a incrustarse en la pantalla y a penetrar en la sala. La gente del público se agachó, gritó e
incluso hubo quien se levantó para irse. Estaban tan excitados como si se hubieran subido en una montaña rusa.


La puesta en marcha de un nuevo arte

El "estreno" del cine tuvo lugar, como se sabe, el 28 de diciembre de 1895 en el sótano de un café en el bulevar des Capucines, en París. Éste comprendía diez "vistas animadas" de menos de un minuto cada una, que representaban entre otras cosas la salida de los obreros de una fábrica, un chapuzón en el mar, el almuerzo de un bebé o la farsa de un niño travieso en un parque. A esta velada -pública y de pago, a un franco la entrada- le había precedido una preview con ocasión de un congreso de fotografía el 10 de junio del mismo año, en Lyon, patria de los inventores. No era la primera vez que se veían imágenes en movimiento proyectadas sobre la pantalla; sin embargo, nunca hasta entonces la noción de film, completo, estructurado, contando quizá una historia (aquélla del regador regado, por ejemplo) se había impuesto con tan fulgurante evidencia.

El famoso cortometraje La llegada del tren, un documental de una sola secuencia que demostraba
las enormes posibilidades de la composición de la imagen cinematográfica.

La primera gran emoción ante la pantalla fue sin lugar la que provocó La llegada del tren, proyectaa en enero de 1896. La vista había sido tomada en la estación de Ciotat, donde un trayecto del P.L.M. El operador había colocado su cámara de manera que pudiera englobar la totalidad de la "acción". El efecto sobre el público fue apabullante, pues los espectadores se escondieron bajo las butacas, convencidos de que la locomotora se disponía a aplastarlo. Por la magia del movimiento, este documento banal adquiría una dimensión fantasmagórica. Conjuga, como lo señala el historiador Vincent Pinel, el realismo de la profundidad de campo, la potencia dramática del "plano secuencia" y los azares del "directo".

Las otras "vistas" realizadas por Louis Lumière, acaso ayudado por su hermano mayor Auguste y que engloban unas cuarenta en total, entre marzo de 1895 y comienzos de 1896, son escenas ágiles enmarcadas en el mismo género. Explotan con desparpajo todas las posibilidades del cine, incluyendo el efecto burlesco (La charcuterie mécanique), los trucos (el muro demolido que se reforma en Demolición de un muro) y el anuncio publicitario (Salida de los obreros de las fábricas).

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