Bisacquino, Italia 1897 - Los Ángeles 1991
Prácticamente ya inactivo desde los años 1950, cuando la joven crítica europea redescubría el cine americano, Frank Capra fue durante un tiempo despreciado.
Signo de los tiempos, las razones mismas que le valieron este desprecio, es decir, su fe en el hombre, su afición por lo mágico, por la generosidad de los sentimientos, le han hecho merecedor en la actualidad de una admiración sin reservas y han permitido redescubrir las obras de un cineasta que fue también un artista plástico notable y un técnico virtuoso.
Hijo menor de una familia de emigrantes italianos, Frank Capra no será campesino, como los suyos. Cursa estudios de tecnología, que se financia él mismo trabajando. Para ganar dinero, se hace pasar por realizador y consigue que lo contrate un antiguo actor deseoso de producir una película. A partir de ese momento, Capra ya no abandonará el cine. Junto a los dos principales productores de películas cómicas, Hal Roach y Mack Sennett, aprende las bases de su arte: el ritmo y el lenguaje corporal. Así es como colabora con el cómico Harry Langdon, para quien realiza sus primeras películas (El hombre canon, en 1926; y Sus primeros pantalones, 1927). Pero esta colaboración se trunca. La primera película de Capra en solitario es un desastre. Con el fin de salir del bache, acepta trabajar con bajo sueldo para uno de los estudios de Hollywood más modestos, el Columbia. A fuerza de voluntad, de su amor del trabajo bien hecho, de su ingeniosidad técnica, consigue que las películas de la Columbia sean tomadas en consideración, y logra que evolucionen hacia una calidad y un éxito crecientes. Prácticamente, consigue llevar de la mano al estudio hacia el reconocimiento. En primer lugar con una serie de melodramas interpretados por Barbara Stanwyck, entre los cuales destacan en particular The Miracle Woman (1931), una crítica aguda de la manipulación religiosa, y La amargura del general Yen (1933), una magnífica historia de amor imposible entre una misionera americana y un señor de la guerra chino. Finalmente, le llega la consagración con un éxito acaparador en los Oscar de 1934: Sucedió una noche, nacimiento oficial de la comedia americana, donde obtiene el Oscar a la mejor película, al mejor director, al mejor actor y a la mejor actriz y al mejor guión adaptado.
Disfrutando a partir de entonces de una libertad que muy pocos conocen en Hollywood, no cesa en su empeño hasta colocar "su nombre encima del título", a modo de reivindicación de la paternidad total de la obra, antes de Orson Welles o de la política de autores. La comedia, cada vez más filosófica, llena de significado y humana, seguirá siendo su ámbito predilecto, concretamente a través de una trilogía excepcional: El secreto de vivir (1936; un millonario generoso que pasa por loco al legar toda su fortuna a los pobres), Vive como quieras (1938; un hijo de millonario que cae rendido ante los encantos de la hija de una familia de encantadores locos) y Caballero sin espada (1939; un tontorrón nombrado senador para ser manipulado y que desarticula una coalición de políticos corruptos). Esta última película supone la apoteosis del arte de Capra: cada uno de sus personajes resulta a la vez veraz y divertido, las escenas de muchedumbre son impresionantes, el montaje "a la rusa" es espectacular y, sobre todo, el mensaje político, transmitido por un James Stewart en estado de gracia, no ha perdido, hasta la fecha, un ápice de su veracidad.
Pero es gracias a Horizontes perdidos (1937) el film con el que Capra podrá finalmente poner su nombre encima del título. Esta utopía humanista, situada en el mítico país de Sangri-La, en las alturas del Himalaya, podría haberse quedado en lo ingenuo, pero gracias a la poesía cinematográfica que desprende (la caravana que surge entre las montañas, la joven que envejece y muere ante nuestros ojos, la búsqueda del paraíso perdido en la inmensidad nevada), en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, alcanza un significado profundo e intemporal.
Al dejar la Columbia, Capra se convierte en uno de los primeros cineastas independientes de Hollywood. Arrienda sus servicios a la Warner Bross, donde completa su serie de comedias comprometidas con la más negra, la más desesperada y la más conmovedora de todas, Juan nadie (1941). Realiza igualmente uno de sus mayores logros, que es probablemente también su más clamoroso éxito en la pura mecánica cómica, Arsénico por compasión (1944). En 1942, es contratado por el Ministerio de Defensa para supervisar una serie de películas de propaganda, Why We Fight, destinadas a justificar ante la opinión pública la entrada en guerra de Estados Unidos.
Una vez finalizada la guerra, Capra marca su regreso a la vida civil con su película más mágica, ¡Qué bello es vivir! (1946), un cuento de navidad a lo Dickens, en donde la generosidad de los sentimientos aparece siempre contrarrestada por una increíble mezquindad. Convertida con el tiempo en uno de los mayores clásicos populares de la historia del cine, esta película es acogida en su estreno con un éxito mitigado, que sin duda marcó el inicio del declive de Capra. En efecto, tras una nueva y mordaz comedia política, State of the Union (1948), se arriesgó mucho menos con Lo quiso la suerte (1950) y Aquí viene el novio (1951), dos comedias un tanto musicales con Bing Crosby. Pero dos películas crepusculares, que pasaron desapercibidas en aquella época, nos permiten reencontrarnos con el mejor Capra. Millonario de ilusiones (1959), pese a sus colores brillantes, es una película con una crueldad poco común sobre el poder del dinero. Finalmente, Un gangster para un milagro (1961) resucita una de las primeras comedias de éxito de Capra, Dama por un día (1933). En esta película poderosamente nostálgica, el realizador parece haberse resignado, con el corazón encogido, a guardar sus sueños en el apartado de las utopías.
FILMOGRAFÍA
1926 - El hombre cañón (The Strong Man)
1927 - Los tres papás (For the Love of Mike)
1927 - Sus primeros pantalones (Long Pants)
1928 - The Power of Press
1928 - Submarine
1928 - Say It With Sables
1928 - The Way of the Strong
1928 - The Matinee Idol
1928 - La virtud del amor (So This Is Love?)
1928 - Cómo se corta un jamón (That Certain Thing)
1929 - Águilas (Flight)
1929 - The Donovan Affair
1929 - La nueva generación (The Younger Generation)
1930 - Pasa el circo (Rain or Shine)
1930 - Mujeres ligeras (Ladies of Leisure)
1931 - La jaula de oro (Platinum Blonde)
1931 - The Miracle Woman
1931 - Dirigible
1932 - La locura del dólar (American Madness)
1932 - Amor prohibido (Forbidden)
1933 - Dama por un día (Lady for a Day)
1933 - La amargura del general Yen (The Bitter Tea of General Yen)
1934 - Sucedió una noche (It Happened One Night)
1934 - Estrictamente confidencial (Broadway Bill)
1936 - El secreto de vivir (Mr. Deeds Goes to Town)
1937 - Horizontes perdidos (Lost Horizon)
1938 - Vive como quieras (You Can't Take It With You)
1939 - Caballero sin espada (Mr. Smith Goes to Washington)
1941 - Juan nadie (Meet John Doe)
1942 - Why We Fight
1944 - Arsénico por compasión (Arsenic and Old Lace)
1946 - ¡Qué bello es vivir! (It's a Wonderful Life)
1948 - State of the Union
1950 - Lo que quiso la suerte (Riding High)
1951 - Aquí viene el novio (Here Comes the Groom)
1959 - Millonario de ilusiones (A Hole in the Head)
1961 - Un gangster para un milagro (Pocketful of Miracles)
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