"Interpretar a Alfie supuso mi mayor suerte profesional y personal.
Me dio a conocer internacionalmente, me proporcionó proyectos
más interesantes, pero, lo más importante, significó una suerte de terapia
íntima: exorcizar al inglés cockney y barriobajero que esconde su acento,
medrando en la sociedad a base de seducir siendo otro" . Michael Caine ha
hablado, y con razón. Mientras los productores querían a alguien más famoso
para dar vida al protagonista de la escandalosa obra de teatro de Bill
Naughton, este y Lewis Gilbert, el director, se sintieron seducidos por Caine. El actor preparó a su don Juan según muchas de sus vivencias. Tuvo
citas privadas con las actrices (sin que ellas supieran que estaba quedando
con todas) y trabajó sus monólogos a cámara mirando siempre a alguna mujer del plató, buscando su reacción.
CUARENTA AÑOS DESPUÉS
Charles Shyer actualizaría el mito
donjuanesco de Alfie en el remake de 2004. Jude Law se
hizo con el papel, y consultó a
Michael Caine sobre cómo tenía que
enfrentarse a su interpretación
cuarenta años después del
original. Michael Caine le aconsejó:
"Alfie no ha cambiado, las mujeres
sí. Busca ahí las motivaciones
de tu enfoque".
No hay comentarios:
Publicar un comentario