Vladimir Nabokov le puso nombre, pero Sue Lyon le puso cara y cuerpo. Stanley Kubrick se valió de ella para materializar la imagen que muchos se habían creado al leer el libro. Lolita: la niña (12 años en la novela pero 14 en la gran pantalla por obra y gracia de la censura) que se convierte en obsesión masculina, objeto de deseo y fuente de perdición. Físico de preadolescente pero miradas, gestos, sensualidad y poder de seducción de mujer hecha y derecha. Elegida en un casting de más de ochocientas chicas, la actriz cosiguió el milagro en su debut, tan sutil, ambigua y magnética como en el libro. Su llama siguió viva en La noche de la iguana (John Huston, 1964) o Siete mujeres (John Ford, 1966), pero el peso de Lolita (1962) y sus continuos fracasos sentimentales pudieron con ella y su carrera.
PROTAGONISTA CENSURADA
Cuando Lolita se estrenó oficialmente en Estados Unidos, Sue Lyon tenía 16 años. Era menor de edad, claro. De ahí que la actriz no pudiera entrar a la sala donde tenía lugar el estreno oficial de la película, ya que su contenido estaba prohibido a los menores de 18 años.
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